En Wired han tenido la oportunidad de entrevistar a uno de los jefazos de Blizzard, Paul Sams, y siempre fiel a la política de la compañía, ha hablado mucho y no ha dicho nada que no sepamos ya, en general. Pero hay una pequeña parte de la entrevista que me llama poderosamente la atención, y es cuando asegura que el nuevo juego de la compañía, sobre el cual no se sabe absolutamente nada, será significativamente diferente a World of Warcraft hasta el punto de que el jugador deberá elegir. Al respecto de esta última frase imagino que se refiere a escoger entre el nuevo juego y el Wow, y es aquí donde me permito meter el dedo en la llaga.
Esto tiene dos visiones posibles. La primera es que hay que tenerlos muy bien puestos para decir que los jugadores tendrán que elegir, teniendo en cuenta que el Wow tiene ahora mismo más de 12 millones de jugadores en todo el mundo. Eso equivaldría a que el juego rompiese como lo ha hecho/ lo está haciendo el Wow. Pero no podemos negar que si alguien es capaz de darle la vuelta al concepto de juego de rol, esta es únicamente Blizzard. La otra posibilidad -porque no podemos negar que existe- es que ya estemos a las puertas del inicio del hype del juego, cuando no se sabe nada ni oficial, ni extraoficial, para que a la postre el juego no tenga una buena acogida, o esta sea menor que la que tiene el Wow. Repito: más de 12 millones de jugadores, y cada uno de ellos con muchas horas de juego a sus espaldas forjando sus personajes.
Claro que también podría ver otra lectura, que sería la de dejar entrever que el Wow tiene las horas contadas, que se acaban las ideas (recordemos que en la próxima expansión Cataclysm se modifican parte de los escenarios del juego original y de las dos expansiones) y que se acerca la hora de dar paso a otro juego, tal vez también con 12 millones de jugadores, casi todos procedentes del Wow. Al tiempo.