El evento de este año, a examen [E3 2009]

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Con la cabeza como un bombo, mucho sueño atrasado, pero con la mente -de momento- lo suficientemente fresca para recapitular los 4 últimos días, es momento de valorar el E3 que casi hemos dejado atrás. Lo que hemos visto este año ha sido alabado, durante mucho tiempo atrás, como el evento; el escaparate de la revolución de los videojuegos, y con los videojuegos como protagonistas. Y ahí han estado, pero los juegos han quedado en un plano secundario del que no son merecedores.

Siempre he concebido el E3 como un lugar al que hay que ir físicamente para poder empaparse de todo, pero por encima de cualquier cosa, de probar, de toquetear, de sumergirte en echar una partida a cualquier cosa que se ponga por delante y te dejen. Pero el E3 es un evento a nivel mundial, y en el que los jugadores de todo el mundo tenemos la vista puesta en los videojuegos, pura y simplemente. El E3 es el expositor y la oportunidad de las compañías para hablar sobre que debemos comprar los próximos meses, y argumentar porqué hay que decidirse por su producto antes que el de la competencia.

Pero esa decisión ya estaba tomada de antemano por cada videojugador, y eso es debido a que ya sabíamos mucho de lo que se presentaría, y las pocas excepciones no justifican el giro que entre bambalinas parece que está dando este mundillo. Fijaos en los booms de este año: productos que funcionan sin periférico, consolas sin mando, consolas con funciones las cuales hace años que ya ejecutan los ordenadores … ¿y los juegos? Me refiero a los juegos nuevos; a los no anunciados, desconocidos, innovadores, totalmente originales y a los este cae fijo y me da igual esperar 5 años. Nada de nada.

Este E3 pasará a la historia como el que menos importancia y protagonismo se ha dado al producto y único motivo del evento, los juegos, y más se ha enfatizado el querer dar un paso más allá con productos y servicios que de videojuegos tienen poco o nada. Paraos a  pensar un momento cuantas horas os habéis pasado en lo que llevamos de semana enfrente de vuestro ordenador para estar al tanto del E3 y os daréis cuenta que gran parte de lo presentado ya lo conocíais, que otra porción son refritos de lo que ya tenéis en vuestra colección, y que el resto son cosas que distan muy mucho de ser videojuegos, empezando por el simple hecho de que videojuegos siempre se ha relacionado con pantalla, periférico y sillón. Ah si, y también hemos visto algún título nuevo que igual con suerte llega en un par de años. Esto ha sido el E3 de este año. ¿Malo? No, insípido en general; me he quedado con hambre y no me gusta repetir del mismo plato. Y si quiero otras cosas que no sean videojuegos, me voy a otro evento.