Las tres grandes, a examen: Sony [E3 2009]

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Sony ha sido la compañía que ha acudido al circo del E3 casi herida de muerte. El producto estrella que tenía que presentar se les escapó antes de tiempo y la red se encargó de pisar la sorpresa. Con estas condiciones todo el mundo ya sabía lo que ofrecería Sony, pero aun y así, personalmente tenía la vaga esperanza de que tuviese algo más que decir. Pero no.

El conservadurismo y la falta de originalidad han sido las bases sobre las que Sony ha hecho acto de presencia en este E3. Todo el mundo sabía lo que ofrecería y todo el mundo esperaba incluso más. Todos nos quedamos estupefactos al comprobar como las grandes apuestas de los próximos meses quedaban relegadas en segundo plano, como de paso y de refilón en plan ah si, también tenemos esto, recordadlo. Y encima, faltaron productos que ya es sabido por todos que dejarán huella en los usuarios. Tal vez deberíamos preguntarnos porqué, si era ir a tira seguro.

Como mínimo hay que reconocer que supo centrar la atención de los jugadores de todo el mundo en algunos momentos; ya estamos escarmentados de tanto vídeo esculpido sobre diamante que en realidad es la antesala de un juego mediocre, así que apostó por demostrar que lo prometido será realidad e ilusionó en más de una ocasión; pero sin hacer enloquecer. La euforia ya es pasajera. La euforia por Sony se inició hace más de un año cuando empezó a soltar en cuentagotas detalles de algunos de los juegos más esperados para los próximos meses; pero esta semana se dejó en el tintero muchas cosas, por eso la euforia en este E3, desde y hacia Sony ha sido insignificante. Tan insignificante o menos aun como lo ha sido su sensor de movimiento que le queda mucho por pulir, aprender y recorrer, y al igual que Microsoft, encontrarle el motivo para que se le pueda llamar periférico de videojuegos.