La historia de la next-gen de Sony siempre ha ido acompañada del estigma de que la compañía pierde dinero con cada unidad vendida, pero si las cifras son ciertas, esto está a punto de cambiar.
Al principio el gigante nipón perdía hasta 200 dólares por consola, pero ahora mismo la empresa pierde solamente menos de 31’5 dólares por unidad. Sony siempre ha dicho que el mercado debía tener paciencia, y que el abaratamiento de costes permitiría a la maquina posicionarse mejor en todo el mundo. Al usuario le daba exactamente igual el mercado, puesto que la consola seguía siendo muy cara, pero los vientos cambiaron en el momento de que finalmente la PS3 bajó de precio. Pero ojo, porque Sony es una empresa, no una ONG.
Cuando Sony dijo que el 2009 sería el año de PS3 posiblemente no esperaba que también le afectase la crisis económica mundial. Pero aún y así ha sobrevivido a este nefasto año, y el 2010 pinta muy interesante… siempre y cuando no repita los mismos errores del pasado, y de que no se olvide de que los usuarios tenemos memoria.