A estas alturas cualquier jugón internauta ya se habrá enterado de las pestes que Sony ha soltado en contra de la piratería de software para la PSP. No voy a traducir lo que opina la compañía porque llega tarde a la batalla -aunque no le falta razón- pero sí apuntar unas cuantas cosas que tal vez hubiesen mitigado la plaga que sufre la consola, y teniendo en cuenta que lo pirata siempre será más barato que lo legal, y eso es imbatible.
Podría empezar por el hecho de que las demos de juegos de PSP brillan por su ausencia y obligan al usuario a arriesgarse a comprar algo que queda lejos de lo esperado, continuar por un fallido soporte físico llamado UMD, sumado a unos precios muy elevados que chocan con la poca oferta de títulos, parte de los cuales no llegan a todos los mercados. A ver si se dan cuenta de una vez de que el concepto de portátil casa mas con un soporte de almacenamiento con varios juegos, que con una bolsa llena de discos con un juego en cada uno; y la prueba está en la comparación entre el Sony Walkman y el iPod de Apple.
Y otra cosa más; el hecho de que un usuario se descargue un juego de la red no significa que este usuario se compraría el juego si internet no existiera.
