Probablemente el lanzamiento de las próximas generaciones de consolas de Sony y Xbox haya dado más que hablar aún antes de conocerlo todo sobre ellas que después. Y es que una vez más se ha demostrado que las redes sociales e internet en general se han convertido en un instrumento que pone el poder en los usuarios, en este caso en los consumidores, y que no hacerles caso ignorándoles como si se tratase de una era en la que las marcas son las que mandan la información y el usuario solo la recibe puede acabar con una empresa líder del sector.
En el caso de la nueva consola de Microsoft, la XBox One, la verdad es que el poder de la red ha sido capaz de eliminar dos de las más polémicas medidas que en principio vendrían con la consola; la conexión 24 horas y el DRM. Aunque hubo alguna metedura de pata por parte de la empresa cuando el director dijo que el que no lo quisiera así que se quedase con XBox 360, al final lograron rectificar a tiempo y anunciaron que todo se quedaba en nada.
Aunque en realidad no es el mismo caso, tengo que decir que en realidad Nintendo pasa por una fase similar, porque la red, así como los retailers de venta suman y siguen con numerosas críticas hacia su consola, que tendría que estar haciendo su agosto por ser la más nueva, pero que sin embargo no lo hace porque al mundo no le gusta la idea de su Wii. Pero ellos siguen convencidos de que acabará por gustar, y mientras tanto se siguen hundiendo. Con lo que más claro agua, si el cliente no tiene l razón, luego, que no se quejen…