Paloma Pedrero, columnista de La Razón no tiene la razón, y además miente

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Así; la imagen bien grande, aunque quede pixelada, para que quede bien clarito…

Dentro del lamentable espectáculo en forma de caza de brujas que algunos sectores de ocio sufren desde hace bastante tiempo, el presente es otro ejemplo de que la libertad que se le da a cada uno por escribir, sumado a la ignorancia, puede no solo hacer mucho daño a la industria del videojuego, sino que además de que su autor quede como un papanatas, puede desprestigiar a un medio que se las da de estar en posesión de la verdad absoluta. No se que si es mas grave que alguien permita que se mienta en un medio accesible para toda la ciudadanía, o que alguien utilice este medio para mentir, que es mas o menos lo mismo…

El caso es que La Razón ha publicado una columna sobre el mundo de los videojuegos que puede ser en parte mas o menos discutible, y como no soy médico y no tengo ni idea, pues me callo (a ver si “lo pilla” la susodicha). Pero hay otra parte en que la autora directamente miente. Por ignoráncia, por incendiaria, por afán de protagonismo, o por las tres cosas a la vez. Pero miente. La autora se pregunta… A ver si me aclaro, ¿no llevan las películas una recomendación de edad? ¿Por qué, entonces, los videojuegos violentos no la llevan? Mentira. Los videojuegos que se venden en España llevan varios sellos distintivos que reflejan el contenido del mismo, junto a una recomendación de edad, desde hace varios años. Al igual que el jamón, esta regulación es de las pocas cosas que muchos países pueden envidiarnos.Y si usted contrastase los hechos y escribiera con veracidad, antes de soltar sandeces se hubiera pasado por aquí. Pero el artículo va bastante más allá…

El resto del artículo es más que respetable al ser una opinión de la autora, pero de algún modo, lanza pestes contra la indústria videojueguil y la hace responsable de muchos males de los niños de hoy en día. Es digna de mención una frase final del artículo que reza Creo que ya es urgente que se regule legalmente la utilización de las nuevas tecnologías para los menores. Hay muchos padres que no controlan, no tienen ni idea de lo que supone su hijo encerrado con un ordenador conectado a internet. Una nueva violencia está surgiendo y hay que pararla ya. Ya.

Pues mire usted, señora, es posible que tenga más razón que un santo, pero hasta que esta legislación no exista, son los padres y tutores los responsables de lo que juegan y cómo juegan los niños. Y si estos padres y tutores no controlan, no tienen ni idea de lo que supone su hijo encerrado con un ordenador conectado a internet no es ni culpa de los niños ni de los videojuegos; puede usted estar totalmente segura de que es culpa de los respectivos progenitores. Es culpa de la desinformación, de los artículos contaminantes -como el suyo-, de la ignorancia, del pasotismo paterno, y el soltar alegremente 70€ para que el niño se vaya al Carrefour a comprarse el juego que le de la gana; mejor sería, tal vez, que llegase a casa con una película para adultos, ¿verdad?. La ley no contempla que los juegos recomendados para jóvenes puedan ser vendidos a niños; y menos, cuando el vendedor se gana parte del sueldo a base de comisiones.

Usted dice que Una nueva violencia está surgiendo y hay que pararla ya. Ya. La violencia no la generan los videojuegos en sí mismos, sino el cómo y cuando se usan, y si son de edad recomendada o no para el usuario, porque este en ciertas edades es altamente influenciable. El hecho de que un vehículo pueda arrollar a varios pasajeros no es culpa del vehículo en cuestión, sino del cómo se use y bajo que circunstáncia se conduzca. Los videojuegos, como muchísimas cosas, requieren de mesura, y si el usuario es menor, requiere de supervisión y control de los padres o tutores.

Finalmente, esto es muy sencillo; particularmente, de todos los temas de política, sociedad, economía, deportes y cosas por el estilo no escribo porque no tengo ni idea. Pero de nuevas tecnologías y videojuegos, después de más de 20 años metido de lleno en ello, digo yo que un poquito sí que se, porque de lo contrario, no llevaría más de media vida ganándome la vida con ello. Por eso escribo de lo que humildemente controlo un poquito, pero jamás escribiría sobre asuntos que no tengo ni pajolera idea. Y creo -y solo creo- que estaría bien que los periodistas, tertulianos, columnistas, charlatanes e estrellas invitadas siguieran mi ejemplo, o como mínimo, que cerrasen el pico antes de hablar sin conocimiento de causa.

A menos que haya atado mal los cabos, la autora del artículo de La Razón es la dramaturga Paloma Pedrero. ¿Una experta -y reconocidísima- en teatro hablando de videojuegos? Pues eso, que cuando un inexperto del tema se mete en videojuegos el resultado es teatro, todo es puro teatro.