Cuando la primavera llega al Corte Inglés, el hype llega al E3. O al revés, quien sabe. El caso es que hay compañías que en la edición del año pasado de la feria videojueguil por exceléncia se quedaron muy por debajo de las espectativas de propios y extraños, hasta el punto de que el máximo directivo de la compañía que nos ocupa, Reggie Fils-Aime, tuvo que cargar contra los que pusimos a parir a Nintendo por quejarnos de lo que se había presentado por parte de la compañía. Pues si; a título personal, creo que lo que se presentó se merece menos interés que esa babilla blanca que sale en la comisura de los labios cuando se está sediento. Y a las pruebas me remito.
El caso es que el bueno de Reegie ya ha empezado a levantar espectación ante lo que Nintendo va a presentar en el E3 de este año, dando a entender que será todo muy guay y espectacular e innovador y tal; pero que si queremos saber más tendremos que esperar a la feria de marras. Los hardcoregamers ya están afilando sus hachas en vista de una nueva decepción después de lo que ocurrió hace un año. Por ahora, concedámosle a Nintendo el beneficio de la duda.
