Como todo el mundo sabe, la Xbox 360 está a punto de recibir con los brazos abiertos a las nuevas implementaciones de socialización que harán las delicias de los más de 17 millones de subscriptores de los servicios de Microsoft, pudiendo comunicarse a través de redes sociales.
La cosa es que la proliferación de estos sitios, sumado a la ingente cantidad de clientes a Xbox Live está provocando un caldo de cultivo para hackers y similares, y se apunta que los ataques a los datos y perfiles de los usuarios de la consola podrían estar en el orden del día.
Uno de los motivos para atacar una cuenta podría ser para intentar aumentar los denominados gamescores, por lo de dar más bombo a la popularidad virtual, y es que a todo el mundo le gusta ser el más mejor. Pero más inquietante es pensar que, técnicamente, y basándonos en datos personales, la plataforma de Microsoft podría ser la puerta de acceso a las redes sociales fuera de la consola, es decir, directamente a las redes sociales.
A la postre es comprensible, que no justificable. Si tienes dos productos de éxito -por llamarlos de algún modo- y los unes en un mismo vínculo, creas un objetivo tan grande como muy apetitoso para malotehs y aburridos del lugar.